Ya no hay esperanza- Valentina Gómez
Ya no hay esperanza
Algunas veces me pregunto la razón por la cual sigo creyendo en Dios si me ha quitado tantas cosas. Recuerdo hace cinco años, cuando me quitó a mi madre y mi padre, uno con cáncer de mama y el otro con un derrame cerebral. Me acuerdo también de esa vez en la que sabella sufrió de un accidente automovilístico y casi nos deja.
-¡Mariana!- me llama mi hermana Isabella desde la cocina en el primer piso, ella es mayor que yo por nueve años y es irritante como mi mamá cuando no arreglaba mi cuarto, mejor dicho, se volvió un clon de ella desde que falleció.
-¡Voy!- le grito mientras salgo de mi cama con mi iphone 7 y me pongo mis crocs blancos con lineas rosadas pastel. Me dirijo a las escaleras de la casa que mi padre nos dio (a nombre de Isabella) hacia la cocina.
Al entrar me doy cuenta que todas estan centadas en la mesa rectangular de seis puestos. Isabella esta en la cabeza de la mesa, a su derecha esta sofia que esta en frente de Natalia y al su otro lado esta Alejandra quedando vacio el puesto de la otra cabeza y el de el lado de Natalia. Me dirijo al puesto situado al lado del de Natalia y con esto todas empezamos a comer frijoles, arroz y carne molida.
Mi alarma, la cual es solo un poco menos irritante que Isabella me despierta a las cinco y treinta de la madrugada. Entre dientes maldigo al mundo por tener que ir al colegio. Me baño y me cambio, como no soy mucho de maquillaje ni me areglo demasiado el pelo, estoy lista para desayunar a los diez minutos. Alejandra, quien es mayor que yo por tres años me espera en la cocina con el desayuno en la mesa de anoche, unos huevos revueltos, una arepa de choclo y un jugo de madarina recien hecho me esperan en la mesa. Me siento en el mismo puesto de la noche anterior, al frente de Helena la Ballena.
-¡Buenos dias Helena!- Decimos al tiempo mientras nos reimos como si acabaramos de drogarnos.
Cuando por fin logramos callarnos, Aleandra y yo empezamos a comer y como siempre termino comiendome la arepa de Helena porque ultimamente se le ha pegado la idea de hacer dieta, cuando esta mas flaca que mi dedo indice.
Termino mi desayuno y me dirijo al cuatro de las gemelas ya que anoche Isabella me habia pedido que las alistara yo porque ella tiene que trabajar desde temprano. Al entrar al cuarto me llevo la sorpresa de que ya estan vestidas. Si no fuera su hermana, no sabria cual es cual porque me tendieron un trampa. ¡Se vistieron igual!
-¡MONO FEOOOO!- dicen las dos mientras se tiran encima mio.
-PIGMEOS MENSOSSSS, BUENOS DIASSSSS!- les respondo
Despues de terminar de alistarlas, cambiar sus peinados y desayunar, nos lavamos los dientes y salimos las cuatro hacia la escuela. Despues de dejarnos en el colegio, Alejandra desaparece en la Range Rover 2016 plateada para perderse en la distancia dirigiendse a la Universidad.
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Hoy, 23 de Abril del 2004, despues de tanto tiempo con la misma rutina, es diferente, lo presiento.
Primero, me levanté a las 6:30am, una hora tarde logrando descuadrar el horario de todas mis hermanas. Llegamos a las 10 de la mañana (despues del descanso de las 9). Despues de el peor dia de mi vida, el cual es el martes porque tengo matematicas, quimica e historia, salgo del colegio hacia primaria en busca de mis hermanas.
En mi camino hacia primaria recuerdo que tengo que irme caminando porque Alejandra va a salir con algún bicho raro y no se le ocurrió que necesitaríamos un carro y a alguien con pase para llegar a casa. ¡URGHHHH!, me la imagino pensando que me voy a teletransportar a mi casa con Natafia (Isabella y Natalia por si acaso).
-¡Mariana querida, como estas!- Me saca de mis pensamientos la directora de grupo de mis hermanas. Angelica es profesora de ingles de primaria y es super querida con la familia.
-¡Angelicaaaaa! Como estas?- le digo meintras me abalanzo hacia ella y la abrazo sin darme cuenta que he logrado que ambas caigamos al piso. Es la mejor profesora del mundo, ella es como una segunda madre para mi y larazon por la que es asi es porque fue mi profesora de ingles por todos mis años en primaria y fue mi directora de grupo tres años seguidos en ese momento.
Despues de hablar con ella por veinte minutos, que parecen dos maravillosas horas, me despido y me dirigjo con mis hermanas al punto donde me voy a encontrar con Andres, mi mejor amigo. Le he pedido que nos lleve a la casa porque se que mis hermanas se van a cansar y me van a obligar a pedir un huber, entonces, mato dos pajaros de un tiro porque voy a ahorrar plata y canzancio.
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